Cuando los abuelos se vuelven recuerdos.

En su vocabulario no existía la palabra MUERTE, nunca habló de ella. Hace poco más de un año me pidió que me sentara a su lado y tuvimos una plática que duró horas, como siempre duraron todas nuestras pláticas. Me dijo que esa misma plática que íbamos a tener, ella la había tenido con su mamá (mi tatarabuela) antes de que ella se fuera. Me dijo que estaba cerca el momento en que ella se IRÍA DE VIAJE y necesitaba prepararme para ese momento porque a mí me dejaba su lugar. Sus instrucciones fueron claras, no se le escapó nada, me indicó desde la ropa que se quería llevar, hasta lo que quería que se hiciera con cada una de sus cosas.
Francisca Cruz Granados Rosas, mi bisabuela, nació el 4 de octubre de 1912, en ese entonces era presidente Francisco I. Madero y se vivía el Pontificado de Pio X, el país estaba revuelto a causa de la Revolución Mexicana. Me contaba que su mamá los escondía a ella y a sus hermanos detrás de una falsa pared de adobe para que los revolucionarios no se los llevaran.
También quedaban los rastros y añoranzas por el Porfiriato. Mi tatarabuela extrañaba la compañía y protección de Doña Carmen Romero Rubio, a la que vio por última vez cuando junto a Don Porfirio Díaz partió a su exilio en Francia. En honor a ella, el nombre CARMEN siempre ha estado presente en mi familia, además de la devoción que siempre ha habido por la Virgen del mismo nombre.
Son muchas las historias que ahora se agolpan en mi mente y quiero escribir esto para resguardar algunas de las que mi abuelita depositó en mí.
El 25 de junio de 1944 murió Carmelita Romero Rubio, el mismo día que se suicidó Lucha Reyes, una de las cantantes favoritas de mi abuelita. Años más tarde ella conocería y se haría amiga de la mamá de Lucha Reyes, una mujer de un carácter muy fuerte y a veces agresiva, como ella misma me contaba, "le gustaba tomar y ya cuando estaba borrachita contaba muchas cosas de su hija, de Lucha", todas esas cosas e historias que a mí me contó desde niño, mientras escuchábamos La tequilera, Por un amor o Mujer ladina.
A ella le tocó ver el paso de diez Papas y veinticinco presidentes. Le tocó ver la transformación absoluta del país. En esos primeros años no había luz, mucho menos teléfono y el agua la traían del río, cuando el Río Churubusco estaba en su esplendor. Vivió la época de Plutarco Elías Calles, vio cómo cerraron todas las iglesias y se prohibió el culto religioso, vivió toda la época Cristera y fue de la primera generación de mujeres que pudieron votar.
En  1943 se enteró de la impactante noticia del nacimiento del Paricutín, su fue a Michoacán, lo tenía que ver en vivo, caminó sobre la lava ya fría y se hincó a los pies del Señor de los Milagros, un Cristo, lo único que quedó de ese pueblo.
Yo nací en 1985 y desde ese momento nos volvimos compañeros inseparables. Me cuidó, me crió e inculcó en mí todas las tradiciones y creencias, de las que hoy me siento orgulloso. Cuando ya había yo cumplido un año, me llevó a conocer el mar, por primera vez me llevó a Veracruz y a partir de ahí y durante muchos años recorrí de su mano muchos lugares del país. Sólo los dos, ella y yo, recorrimos muchos, demasiados lugares, me enseñó a disfrutar lo placentero que es llegar a un pueblo e ir a comer a sus mercados, comer lo típico del lugar y valorar su artesanía. Para cada lugar que visitamos ella tenía una historia para contarme y esas se irán conmigo porque nadie más puede presumir de haber vivido todo esto a su lado.
Pasamos muchos años juntos, muchas horas estando los dos solos, me enseñó a entender y aceptar la muerte, esto cuando se fue mi abueilito y yo sólo tenía tres años y me tocó verlo morir y escuchar sus últimas palabras, las cuales fueron para mí. Aprendí con ella a rezar el rosario y también a cocinar. Ahora escucho constantemente su voz diciédome "Fíjate bien cómo se hace, porque cuando yo ya no esté tú serás el encargado de hacerlo" "Aprende bien a hacer las cosas y nunca dejes que nadie te venga a decir qué hacer y cómo hacerlo" "Cuando te digan eso no se hace así, tú les dices así se hace porque así me enseñó mi abuelita".
Ahora entiendo el por qué de mi carácter, esa forma de ser tan necio y poco tolerante, ya sé de dónde viene.
Fuimos compañeros y amigos, confiamos plenamente el uno en el otro, durante muchos años fui el único que podía tomar sus llaves y abrir su ropero. Cuando se enfermaba sólo tomaba las medicinas que yo le daba y de su parte nunca conocí la palabra NO.
Con los años llegó el bastón y ahora cuando camino por la calle me parece escuchar ese peculiar sonido del bastón a mi lado.
Todo por servir se acaba, eso siempre me decía y me tocó ver cómo se fue acabando todo. Después del bastón llegó la andadera, más tarde la silla de ruedas. Ya no era la mujer fuerte que iba por mí a la escuela, la que me cocinaba todo lo que a mí se me antojara. Ahora yo la tenía que ayudar a levantarse de la cama, ahora yo la tenía que llevar del brazo, ahora yo tenía que empujar su silla de ruedas. Me tocó cuidar los últimos pasos de quien cuidó mis primeros pasos.
Los últimos años fueron difíciles, era raro ya no verla caminando en el patio, era raro no ver el patio lleno de tierra y de las nuevas plantas que iba a plantar, era raro no escucharla gritarme porque ya me había preparado algo de desayunar, era raro ya no tener un regalo el día de mi cumpleaños.
Al final mi casa se había llenado de animales, parece que veía a todas sus mascotas, sí, las mascotas de más de cien años de vida ahora todos estaban en la casa y teníamos que darles de comer para que ella estuviera tranquila. Después inició un desfile constante de todos mis antepasados, tuvimos que aprender a convivir con su mamá, con sus hermanas, con sus comadres y compadres. Aprendimos a convivir con un desfile constante de personas muertas, quienes la acompañaron hasta el día en que ella se fue.
En aquella plática que tuvimos hace poco más de un año me dijo que las personas sólo mueren cuando se les olvida. Me pidió que no me olvidara de su mamá, mi tatarabuela, nunca la conocí porque murió cuarenta años antes de que yo naciera, pero me pidió que no la olvidara "ya todos se fueron, toda la familia de mi madre ya se acabó, sólo quedo yo y cuando yo me vaya su recuerdo se va a perder, por eso te pido que no te olvides de ella".
Desde ese día tengo esa tarea, recordar a mis antepasados, saber de dónde venimos.
De mi abuelita ya sólo puedo decir que me tocó estar a su lado en ese último momento, los dos solos, como estuvimos muchas veces. Se fue tranquila, su cara estaba llena de tranquilidad, era justo poder descansar, su cuerpo estaba muy cansado, aunque puedo decir que fue una mujer completamente sana hasta el último día. Se fue en la misma cama donde treinta años antes me despedí de mi abuelito. Cerré sus ojos y le di las gracias.

Los abuelos se van y nos dejan llenos de olores, sonidos y sabores. Hoy quiero que todos estos recuerdos me acompañen por el resto de mis días, no quiero olvidar ninguna de sus palabras, porque estoy seguro que mientras yo me acuerde de todo esto, ella vivirá en mí y estará a mi lado, pues no cabe duda que LOS ABUELOS NO SE VAN, SÓLO SE CONVIERTEN EN RECUERDOS.

Posted on 7/20/2018 04:29:00 p. m. by RAÚL and filed under | 0 Comments »

Pero te digo adiós...

 
Nos conocimos un día de agosto de hace casi veinte años. Aún recuerdo esa primer imagen tuya: como siempre llegaste tarde y entraste al salón de clases cuando todos ya estábamos en él; tu cabello, alborotado y esponjado, era el primer indicio del desenfado y rebeldía que siempre te caracterizaron; y tu cara mostraba un enorme enojo, nunca fuiste capaz de ocultar ninguno de tus sentimientos, ya con el tiempo confesarías que ese día odiabas al mundo, ya que te habían cambiado de escuela en contra de tu voluntad.
No recuerdo cómo fue nuestro primer saludo, pero sí sé que desde que nos dimos la mano, hasta el día en que te fuiste, nunca volvimos a soltarnos.
Teníamos muy pocos años, pero muchas ganas de que nos pasaran cosas, de tener historias para contar.
Anécdotas hubo muchas, pero la que más recuerdo es aquella de la primaria, tal vez la primera, la que más de mil veces contamos muertos de risa, es esa anécdota la que tal vez resume lo que fue nuestra amistad. Enojada, porque yo me negaba a jugar contigo, me aventaste en la cara un hot cake lleno de cajeta y chochitos de colores; al instante quisiste echarte a correr, pero alcancé a agarrarte del cabello, recogí los pedazos de hot cake del suelo, los embarré de tierra y te los restregué en la cara. Nos quedamos viendo fijamente, los dos muy enojados, ese pudo ser el final de nuestra naciente amistad, pero en ese instante, en esos breves segundos, nos identificamos y nos reconocimos en el otro, supimos que los dos estábamos igual de locos; empezamos a reír y terminamos por darnos un abrazo, ahí supimos que no habría nada capaz de hacernos enojar ni de separarnos, supimos que podíamos darnos un abrazo lleno del cariño más sincero que conocimos y a la vez darnos una cachetada para regresarnos a la realidad cuando hiciera falta.
Pasaron muchos años, nos tocó ser testigos de cómo crecimos, siempre escuchamos eso de que crecer duele, pero nosotros no supimos de eso, pues siempre estábamos del otro lado del teléfono para poder burlarnos del mundo cada que se nos daba la gana,
Un día dejó de sonar el teléfono, nunca entendimos por qué, simplemente un día dejamos de buscarnos, ya después entendimos que ese tiempo había sido necesario para que cada uno por su lado viviera algunos de los momentos más decisivos de nuestras vidas.
El reencuentro fue en el Sanborns de los Azulejos, el mismo lugar donde tantas historias se escriben. ¡Qué impresión tan grande nos llevamos al descubrirnos tomando café y fumando sin parar! Habíamos crecido, nuestra plática ya no era la misma, pero nosotros sí, parecía como si nos hubiéramos visto un par de día antes. Ese café duró horas y nos pusimos al corriente de todo lo sucedido en ese tiempo.
Después de ese café agarramos nuestras maletas y nos fuimos al Cervantino, desde esa vez ya nunca se nos hizo regresar a Guanajuato y te confieso, como te lo dije muchas veces, que me duele pensar en volver a caminar esas calles. Octubre de 2007 ¡Cómo olvidarlo! Cada uno de nosotros estaba viviendo un momento de ilusión, aún recuerdo tu cara, llena de esa picardía que te caracterizaba, cuando frente a la Universidad de Guanajuato me preguntaste lo que tanta curiosidad le daba a tus amigos, no a ti, sólo a ellos, me dijiste. Desde ese entonces nos dimos cuenta que nos pasaban cosas similares al mismo tiempo, las circunstancias de ese viaje hicieron que nos identificáramos más y ahora te digo que cuando lograste tu objetivo a mí no me fue igual y aún hoy sigo teniendo esa deuda con el pasado. Aún sigo guardando ese cigarro que me trajiste de Canadá y que te prometí que lo fumaría un día especial, ese día está ya por llegar. El Cervantino de este año sería especial, lo planeamos desde un año antes, decretamos que sería una experiencia diferente y que nuevamente estaríamos ahí, pero ya no se nos hizo regresar.
Es imposible enumerar cada recuerdo que tengo contigo, fuiste mi mayor constante, mi cómplice, mi amiga, mi confidente, mi hermana.
Fueron muchas las calles que caminamos, muchos parques en los que nos sentamos a soñar, muchos cafés que convirtieron en risas muchas de nuestras lágrimas, muchos secretos que cada uno ya guardará para siempre.
Compartimos tantas y tantas cosas. Fuiste mi mayor soporte durante muchos años y gracias a ti conocí a personas que hoy puedo llamar amigos, logramos formar un pequeño pero incondicional grupo. Cada noche en casa de Diego, en tu parque, en nuestros cafés de siempre, cada una de esas noches ya se queda guardada en mi corazón para siempre
Ha pasado un año y sigo soñando contigo, sigo escuchando tu voz, sigo teniendo ganas de marcarte cada vez que pasa algo, sigo sabiendo lo que me contestarías ante cada una de mis locuras y lo sorprendida que estarías ahora por las decisiones que he ido tomando.
Te fuiste muy pronto, siempre supiste que así sería, y a pesar de ello soñábamos en cómo seríamos de viejitos, cómo seguiríamos sentados en la misma mesa del café de siempre imaginando lo que pasaría con nosotros, deseando nuevas historias de amor para contarnos en cada café.
Me dolió mucho tu partida, ha sido tal vez el dolor más grande que he sentido en toda mi vida, nunca me había destrozado tanto una despedida, ese momento en que te dije adiós me cayeron encima muchas cosas y mi mente estaba en otro lado, por eso no fui capaz de cumplirte las cosas que me habías pedido que hiciera si te ibas antes que yo.
No sé por qué te fuiste así, tan de prisa, no sé por qué ya no tuvimos esa comida que se quedó pendiente justo para el día que te fuiste. Se me quedó clavada la última imagen tuya, el día de nuestro último café, te llevé a tu casa, te bajaste del taxi y antes de entrar a tu casa volteaste a verme y con tu mano me dijiste adiós, me gritaste "háblame cuando llegues para seguir platicando". Esa fue nuestra despedida, así nos dijimos adiós y no puedo quitarme de la mente ese momento en que con tu mano me dijiste adiós.
Ha pasado un año y apenas voy empezando a entender un poco de lo que pasó, no hay día en que no piense en ti, aunque a veces siento que muchas cosas se me han olvidado, pero no, todos los recuerdos ahí están, unos se van quedando dormidos y me sigue costando trabajo acostumbrarme a hablar de ti en pasado.
Hubiera querido abrazarte más, hubiera querido decirte lo mucho que te quise, hubiera querido darte las gracias por todo lo que vivimos, pero desde el primer día me ha quedado la tranquilidad de saber que siempre supimos lo mucho que nos queríamos, que siempre fuimos incondicionales, que nuestro cariño fue sincero, desinteresado  y a prueba de todo.
Ha pasado un año, un año en el que te he ido acompañando de alguna manera, en tus misas de cada mes, hablando de ti, recordándote. Pero sabes que siempre creímos en aquello de cerrar ciclos, siempre supimos que era necesario cerrar un círculo para poder seguir adelante.
Hoy quiero despedirme temporalmente de ti, hoy a un año de tu partida, te doy las gracias por todo lo vivido y todo lo bebido, por todo lo reído y todo lo llorado, por ser mi eterna compañera de vida, aunque la vida haya sido muy poca. Gracias mi Mechita, duerme y descansa, ya cuando llegue el día de volvernos a ver estoy seguro que nos abrazaremos y nos pondremos al corriente de todo lo sucedido, como si sólo hubiera pasado un día sin vernos.
Te quedas como uno de los recuerdos más bellos de toda mi vida, el cariño más sincero que he conocido.
Te quiero por siempre.
Posted on 12/27/2015 12:19:00 p. m. by RAÚL and filed under | 0 Comments »

Adiós mi amiga.


Meche:
Hace algunos años escribiste un texto, el cual dedicaste a hablar de mí, en aquel entonces utilizaste unas palabras que hoy yo quiero tomar para comenzar a hablar de ti: "Qué mejor que la niñez para comenzar toda una historia, mejor dicho, para conocer toda una vida. Así es justamente como comenzó la nuestra, largas horas detrás de un auricular contando sueños que se han convertido en lágrimas, historias de desamor y sonrisas que aún no terminan por contarse".
Y es que así fue nuestra historia, nuestra vida. Los últimos dieciocho años de mi vida los pasé más cerca de ti que de cualquier otra persona, compartimos nuestros secretos, nuestros planes y nuestros sueños, porque desde pequeños se nos dio eso de soñar.
Cuando entramos a la secundaria comenzamos a imaginar el camino que finalmente tomamos, tú soñabas con ser reportera y yo con dedicarme al teatro, eso siempre parecía algo muy lejano, pero con tu eterna sonrisa me decías "claro que lo vamos a lograr y un día yo te voy a tener que entrevistar". Lo cierto es que nunca me entrevistaste, tal vez porque no hacía falta, no había nada de mí que no supieras.
El tiempo pasó y nos distanciamos por un momento, nunca hubo un motivo, simplemente un día el teléfono dejó de sonar, pero ambos añorábamos ese reencuentro, añorábamos esas pláticas llenas de interrupciones, ya que tú atendías tu tienda y yo la farmacia.
Y el tiempo nos unió de nuevo, ahora en Guanajuato y con la fiebre del Cervantino, ya no éramos los mismos niños que se habían visto por última vez hace años, ahora en lugar de frutsis y cazares compartíamos el café y los cigarros, los dos nos confesamos el fuerte impacto que nos causó ver fumar al otro y nos pusimos al corriente de todo lo sucedido en esa pausa que duró años.
Desde ese Cervantino y hasta el día de tu partida jamás volvimos a separarnos, fuimos cómplices de mil locuras, de las ideas más descabelladas, de nuestros secretos más profundos y compartimos esa vieja costumbre de dedicarnos a soñar.
Yo sé que soñabas con casarte, con tener una hija, la que se llamaría Regina. Sabíamos que Regina sería morenita, de cabello chino y esponjado y sería heredera de esa sonrisa grande y franca; y me prometiste que ella tendría un teléfono en su recámara y que jamás sería regañada por pasarse horas enteras al teléfono hablando con su mejor amigo. Ya no nos dio tiempo de conocer a Regina, ni sus chinos, ni a su mejor amigo.
Planeábamos hacer una gran fiesta este año, porque como decíamos, es el año en el que llegamos al tercer piso.
Decíamos que de seguro llegaríamos a viejitos y seguiríamos en la misma mesa tomando café y tratado de imaginar cuál sería nuestro futuro, pero algo teníamos por seguro: pasaran los años que pasaran, seguiríamos juntos, apoyándonos y siendo los eternos cómplices y confidentes.
Una noche antes de que te fueras intercambiamos mensajes, quedamos en vernos al día siguiente para comer juntos y ponernos al corriente de todos los chismes de la semana, porque ambos teníamos mucho qué contarnos. Esa comida nunca llegó y me dejaste aquí, solo, sin tener a quién contarle todo lo que te quería decir.
Yo sé que ahora me ves y me escuchas y ya saber todo lo que te quería contar, pero yo me quedé con las ganas de escucharte, de saber lo que pensabas de mis locuras.
Meche, te fuiste muy pronto, qué mala jugada nos hiciste, pero ahí estuvimos todos, ahí nos reencontramos con todos, porque siempre fuiste el lazo que nos unió.
Estoy en paz, porque siempre estuvimos seguros del cariño que nos tuvimos, porque nunca dejamos de demostrar que pase lo que pase ahí íbamos a estar el uno al lado del otro. Te quise, te quiero, te lo demostré y lo mismo recibí de tu parte.
Cuando ibas a hacer una entrevista de trabajo me hablabas y me decías "prende una velita, reza por mí" (siempre creímos firmemente en lo que de niños nos enseñaron, sabíamos que los tiempos y decisiones de Dios son perfectos), pero ahora me tocó prender una velita y rezar por ti en el momento más decisivo para ti en esta vida, pero ahí estuve y aquí estamos, a tu lado hasta el último momento.
Siempre recurría a ti cuando algo me dolía y ahora qué hago si eres tú la que me duele. Siempre que tenía algún problema luego luego te buscaba y me ponía a llorar contigo, tú hacías lo mismo. Y desde que recibí esta noticia he llorado por ti como no te imaginas, como jamás he llorado por alguien y ya no está tu hombro y ya no puedo mandarte un mensaje diciéndote que me marques porque estoy pasando el peor momento de mi vida.
Siempre supe que nos quisimos, siempre tuve claro que eras mi mejor amiga, pero nunca alcancé a comprender la inmensidad del cariño que te tuve. Me dueles y lloro a cada rato, en cada silencio, después de cada carcajada. No sé cómo acostumbrarme a hablar de ti en pasado cuando has sido mi presente más constante. No sé hasta cuándo se acaben las lágrimas y no sé cómo acostumbrarme a que ya no estás, no sé cómo acostumbrarme que durante el día ya no suene mi teléfono, no sé cómo caminar las mismas calles de siempre sin escuchar tu vos, pero sí sé que eres el más bello recuerdo.
Hay cosas que yo no comprendo, no entiendo por qué ya no estás, pero sé que Dios así lo quiso y como siempre dijimos, debemos aceptar lo que Él disponga y que se haga su voluntad. Yo sé que ahora ya estás mejor, llena de esa paz y tranquilidad que tantas veces platicamos.
No me queda más que agradecerte por todo lo que compartimos, por ser mi más grande amiga, por estar siempre para mí. Y sobre todo quiero darle gracias a Dios por ponerte en mi camino, por dejarme estar cerca de ti estos dieciocho años y por regalarme ahora al más grande angelito que puedo tener.
Te llevas una parte de mi vida, contigo se fue una gran parte de mi historia, de mis secretos, de las sonrisas y me dejaste una terrible soledad, muchos planes sin cumplir, la mayor confusión y el más grande dolor de mi vida.
Qué falta me vas a hacer, pero algún día nos volveremos a ver y nos estaremos riendo como siempre.
Gracias por tantos recuerdos, por todo lo vivido, por todo lo reído, por estar siempre a mi lado para apoyarme.
Buena viaje Meche. Adiós mi Mechita. Adiós mi amiga del alma. Que tu camino esté lleno de luz.
Descansa en paz.

Te quiero siempre.
Raúl

Posted on 1/06/2015 02:55:00 p. m. by RAÚL and filed under | 0 Comments »

México lindo y ¡QUÉ HERIDO!

Uno de mis más grandes orgullos es haber nacido mexicano. Amo mi país, amo su historia, sus paisajes, su comida, su gente, sus colores, su música, sus tradiciones. Hoy, es cierto, duele saberse mexicano, duele saber que un país tan bello pase por momentos difíciles y que nos llenan de vergüenza.
Hace un par de semanas veía la conferencia de prensa del Procurador Murillo Karam, donde informaba el destino tan cruel que habían sufrido los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, esa tarde el llanto sabía a rabia y a impotencia, me parecía irreal escuchar sus palabras, llenas de frialdad y con la seguridad de que con esas declaraciones se le pondría fin a la búsqueda y movilizaciones por los desaparecidos. Me parecía increíble pensar que el pueblo mexicano se iba a conformar con esas explicaciones, que ya no habría más y todo quedaría como un mal recuerdo, que ya después vendrían los discursos.
Días después y en medio de toda esa bola de inconformidad surge el escándalo de "La Casa Blanca", luego el video de la primera dama dando unas absurdas explicaciones acerca del origen de la casa y de las cantidades irrisorias que recibió por sus telenovelas.
En medio de todos estos escándalos y sucesos que mantienen convulsionado al país nos llega el 20 de noviembre, día en que se conmemora el inicio de la Revolución Mexicana, día en que se convocó a manifestarse vistiendo de negro en señal de luto.
Marchas he visto muchas, que son los de la UNAM, que los del Poli, que los médicos, que los inconformes por los resultados electorales, que los de la desaparecida Luz y Fuerza, pero lo que se vivió el día de ayer fue muy diferente, miles y miles de personas marcharon y se manifestaron para exigir la presentación con vida de los 43 desaparecidos y exigir la renuncia a la presidencia de Peña Nieto. Una marcha que no tuvo colores, sin partidos políticos, una marcha que ha hermanado a todos los sectores de la sociedad mexicana: artistas, médicos, estudiantes, UNAM, Poli, UAM, UACM, todas las facultades, escuelas particulares, padres de familia, niños, activistas, religiosos, todos unidos por México y a la voz de ¡JUSTICIA!
En 2006, después de los resultados electorales, López Obrador convocó a cerrar el Paseo de la Reforma, era algo histórico, cierto es que tenía un gran número de seguidores, pero con ese hecho sólo logró inconformidad en varios sectores.
En 2010, después de los asesinatos de la activista Marisela Escobedo y del hijo del poeta Javier Sicilia, la sociedad consternada salió a manifestarse a las calles al grito de ¡NO MÁS SANGRE! Aquella fue una marcha histórica y memorable, la gente vestía de blanco y llevaban velas, se pedía la paz y la inconformidad empezaba a ser notoria entre los mexicanos.
Lo más cercano a lo que se vivió el día de ayer fue el movimiento YO SOY 132, que en 2012 se escuchó por todos lados, un movimiento justo, real, pero que se vio ensombrecido por ocurrir en tiempos electorales, lo cual le daba un toque político. En aquel entonces a mí me tocó escuchar comentarios donde decían que era un movimiento de porros, de escuincles que no tienen nada qué hacer y no quieren ir a la escuela, que era orquestado por Obrador para frenar la llegada a los pinos de Peña o de Vázquez Mota. Sí, un movimiento justo y real, pero cuestionado por unos "mexicanos inconformes".
Ayer, por primera vez, me tocó ver un verdadero desfile en el día de la Revolución, sin discursos ni falsos honores; por primera vez hermanados y unidos todos los mexicanos, famosos y no famosos, estudiantes y amas de casa, ricos y pobres, mexicanos y extranjeros.
México ha lanzado un grito con tal fuerza, que hizo que todo el mundo volteara su mirada hacia México, un grito que fue escuchado hasta en el último rincón del mundo, México está despertando. Los mexicanos nos sentimos abrazados y protegidos por todos los países que se han unido a este clamor de justicia, Latinoamérica, Europa, Australia...
Algo fuerte viene, algo que se esperaba desde el movimiento YO SOY132.
Duele, es cierto, pero es necesario.
Cada uno desde la trinchera que nos corresponde estaremos siendo testigos de este despertar de México, exigiendo la aparición de los 43 desaparecidos y sembrando esa semilla de rebeldía en todos los que vengan después de nosotros, que nunca se olvide lo que aquí ha sucedido, levantando la voz y gritando fuerte para que nunca se deje de escuchar la voz de ellos.





Posted on 11/21/2014 04:55:00 p. m. by RAÚL and filed under | 0 Comments »

Hasta el último trago... Chavela Vargas


La noche del 13 de julio de 1954, en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, era velado el cuerpo de la pintora mexicana Frida Kahlo. Contaba Carlos Monsiváis que una de las cosas que más le había impactado aquella noche, fue el desgarro con el que una mujer menuda con calzón de manta y guitarra en mano le cantaba "Aquel amor" al ataúd cubierto por una bandera roja, la comunista.

Más de 58 años después, en el mismo sitio y cubierto por un estandarte rojo, un jorongo rojo, reposaba el cuerpo de aquella menuda mujer, de la niña Isabel de Frida. Cincuenta y ocho años bastaron para que Chavela Vargas forjara un mito, una leyenda, comparable a la de su gran amiga.

Domingo 5 de agosto de 2012, los mariachis callaron, la música mexicana se viste de luto, se ha ido una de sus más grandes exponentes. Chavela Vargas, la inseparable compañera de José Alfredo Jiménez falleció en Cuernavaca, Morelos, a la edad de 93 años.
Chavela cumplió su último capricho, se murió cuando se le dio la gana, porque se le dio la gana se fue con la pelona, como ella le llamaba. Se ha ido para cantar con las sirenas, con aquella sirena de escamas moradas que todas las noches la visitaba en su casita de Veracruz y la invitaba a irse a cantar con ella al fondo del mar. Ya no habrá mariposas en la ventana ni escamas de sirena al amanecer.
A partir de hoy las amarguras volverán a ser amargas, ya no habrá quién le dé voz a las canciones de José Alfredo, se ha ido su más grande intérprete.
Y ahora qué será de la llorona y la sandunga, se han quedado mudas, casi abandonadas allá por el istmo de Tehuantepec. La Macorina se ha quedado con las manos vacías y ya no habrá quién la lleve a viajar por el mundo. Ya no habrá quién cante la muerte de Rogaciano ni quién le haga preguntitas a Dios. María Tepozteca y la Niña Isabel vestirán de luto por siempre. Ya no tenemos en quién pensar cuando querramos llorar, cuando tengamos el más hondo penar. La golondrina viajera y la Paloma negra ya no despegarán más su vuelo.
Ay Chavela, con tu partida, las ciudades vuelven a estar más distantes que nunca y las cosas simples van a ser devoradas por el tiempo. Ya no hay quién le cante a Janitzio y las noches de Ahuatepec, el pueblo chiquito bordado de amor, jamás volverán a ser las mismas.
El bulevar de los sueños rotos se ha quedado deshabitado, la musa de poetas se ha ido... ¿Y ahora qué haremos con tanto tequila?
Se nos ha ido la leyenda negra, la dama de los cuarenta y cinco mil litros de tequila. Gracias Chavela por todo el amor que nos hiciste sentir por nuestro México, el varón de América. Gracias por José Alfredo, por Cuco, por Tomás, por Álvaro, por Agustín.
Tú nos has enseñado lo que es vivir con dignidad, a siempre defender lo que somos, nos has enseñado que nuestra libertad tiene un precio: la soledad. Y nos enseñaste que nadie se muere de amor, ni por falta ni por sobra.

Ay Chavela, no hay tequila ni mariachis suficientes para llorar tu partida.
Que no hay luz, ni llanto, ni luto, ni nada más... 


Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida y por eso, sólo por eso, la Plaza Garibaldi se preparó para recibirte como tantas noches: con música, con amor, con tequila y con muchos compañeros dispuestos a llorar contigo, a llorar por ti. A tu salud Chavela!!!

Ay, qué bonitos discursos los que te dedicaron. Y toda la prensa vino a ser testigo de tu despedida, conquistaste a todos aquellos que alguna vez te quisieron cerrar puertas por ser diferente.
Te cantaron tus canciones y todos brindamos por ti, siempre prometiste que tu velorio sería muy divertido: de un lado todos los hombres ilustres y del otro todas las putas; pues aquí estuvimos todos revueltos, pero ahí estuvimos todos para celebrar contigo... Tenemos que despedir a la Vargas con todos los honores que se merece: Que nos traigan más tequila!!!

Y al día siguiente a Bellas Artes, el Palacio de las Bellas Artes, el que siempre dijiste que era el escenario más importante del mundo, una vez más estuvo a tus pies, para ti solita; y otra vez te dedicaron tus canciones, las guitarras abandonadas por tu voz nos hicieron llorar a todos, pero seguimos de pie para acompañarte hasta el final.
Más discursos, uyy los funcionarios más importantes de la cultura te dedicaron hartos elogios, ni era necesario, pero escuchamos cada palabra que te quedaba corta.

Ahora tus cenizas se perderán con el viento, con tu amigo el viento. Bienvenida a la inmortalidad.


Descansa en paz Chavela chamana, Chavela cabrona, Chavela lesbiana, Chavela borracha, Chavela oveja negra, Chavela paloma negra, Chavela reina, Chavela Vargas... larga paz a tus huesos.
Acompáñate y brinda con Frida, con José Alfredo, con Diego, con Tomás, con Álvaro... Ay, qué buena parranda la que van a agarrar por allá.

Aquí, nosotros, nos quedamos con tu herencia: la libertad.
Estamos llorando, sí, pero acompañándote hasta el último trago, porque sólo tú lo mereces.

Descansa en paz mi querida Chavela Vargas.

Como siempre lo dijiste: No se dice adiós, se dice te amo.

Ojalá que te vaya muy bonito...!!!...


Posted on 8/09/2012 02:40:00 a. m. by RAÚL and filed under , , | 0 Comments »

Ay mi México, cómo me dueles. (Marcha 7 de julio)


Ay mi México, cómo me dueles, cómo me has dolido a lo largo de estos últimos días, cómo me has dolido en esta última semana, cómo me duele ver día tras día lo que te han hecho.
Aclaro que yo no soy partidario de Obrador, no considero que sea lo mejor que tiene México, no creo que sea el redentor que llega a darnos la salvación eterna; pero tampoco me puedo cegar a lo que ha pasado durante estos últimos meses, Obrador no es quien perdió la elección, no es a quien le robaron la elección; perdió México, nos robaron a todos.
Y resulta que a lo largo de esta primer semana post-electoral me he puesto a reflexionar y he llegado a la única e irrefutable conclusión de que no existe mayor peligro para México que los mismos mexicanos. 
Y no es descabellado esto que digo, basta con ponernos a revisar un poco la historia para que ella misma nos cuente de las veces que los mexicanos han traicionado a su patria, nos hablará de todos los ultrajes que sin remordimiento de conciencia le han hecho a nuestro México. 
Tal vez nos cuente de aquella vez en que un grupo de hombres resentidos se unieron a los españoles para someter a su propia raza o de aquella otra ocasión en que un grupo de mexicanos mentirosos y ambiciosos llegaron con engaños a buscar a Maximiliano de Habsburgo para decirle que el pueblo mexicano lo llamaba a que nos gobernara... y qué decir de las innumerables ocasiones en que hombres siniestos, ambiciosos y sin escrúpulos se han sentado en la silla presidencial para exprimir al país, olvidándose que están ahí para servir al pueblo, no para servirse del él. O tal vez nos contaría uno de los capítulos más dolorosos de nuestro pueblo, nos hablaría de aquella tarde de octubre de 1968 cuando se derramó la sangre de miles de jóvenes cuyo único pecado era ser estudiante, cuyo gran pecado era desear un México mejor; y los asesinos, los que hicieron que se derramara esa sangre eran otros mexicanos que por cumplir una estúpida obediencia al presidente de la República traicionaron a su pueblo, a su juventud, a su patria.
Ay México, cómo me dueles. Hace algunos días veía una imagen que decía "Los mexicanos tendrán a un presidente muy parecido a ellos: jamás han leído un libro en su vida, son traicioneros y quieren una vida de telenovela". Cómo refutar eso??? 
Ahora los mexicanos hemos dado de qué hablar en el mundo entero, hemos decidido regresar a la dictadura perfecta, le hemos dado una nueva oportunidad a quien nos maltrató, a quien nos robó, al corrupto, al represor.
Pero creo que no todo está perdido, la historia también nos hablaría de momentos donde el pueblo se unió y entregó su vida para no quedarse callado. Por mi menta pasan nombres como Cuitláhuac, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Morelos, Villa o Zapata.
Definitivamente ahora la modernidad nos ha alcanzado, las curules adoptan la forma de carritos de súper, ahora las señoras hacen el súper mientras deciden el rumbo que debe tomar nuestro país, han vendido nuestra patria, nuestro futuro, por una mísera tarjeta que les permitirá comer una semana completa.


Y nuevamente el pueblo se ha unido para salir a las calles a gritar "si hay imposición, habrá revolución" y otros que dicen "apaga Televisa" ... ufff, cuánta gente, qué buenas fotos se consiguen, será que alguien nos va a escuchar, será que todo esto servirá de algo???
Ah, pero ahí vienen los juegos olímpicos, igual que en el 68, qué monada, y la gente que hoy salió a manifestarse serán los mismo que dentro de unas semanas se quedarán encerrados en sus casas para ver la inauguración de los juegos olímpicos "corran, todos pónganle al 2, al canal de las estrellas, los que tienen la mejor cobertura".... Ay mi México, cómo me dueles... será que nuevamente unos juegos olímpicos dormirán tu memoria unos cuarenta años más???
Posted on 7/07/2012 11:33:00 p. m. by RAÚL and filed under , | 0 Comments »

Tu ausencia.

Un arranque de valentía fue el que me hizo decidir tu ausencia.

Ave María gratia plena...

Recuerdo que aquella noche escribí "nunca pensé que el Ave María pudiera resultar tan excitante, en una noche donde las estrellas comienzan a tener nombre".

Ay, qué bonito es volar a las doce de la noche
a las doce de la noche, ay, qué bonito es volar, ay mamá.
Subir y dejarse caer en los brazos de su hermano
en los brazos de su hermano que hasta quisiera besar, ay mamá.

Te quiero a las doce de la noche y te extraño siempre.

Condenados estamos a la que no fue y ya nunca será.

Nada.
Posted on 1/18/2012 10:01:00 p. m. by RAÚL and filed under | 0 Comments »

Gracias 2010.

Después de pensar, meditar y hacer el balance general del año que terminó, creo que puedo decir que fue un buen año, claro con sus contrastes, con sus altibajos, pero en general fue un buen año, el que disfruté mucho.
Una vez más, como cada año, llega el momento de utilizar este espacio para agradecer de una manera especial a todas aquellas personas que me han acompañado a lo largo de estos doce meses. Personas que llegaron a mi vida, personas que sin dar explicaciones se fueron, pero creo que precisamente de esto se trató este año, de ser y hacer una coladera, para que sólo quedaran las personas realmente valiosas y que estarán incondicionalmente a mi lado.
Sin lugar a dudas Tepoztlán y Veracruz marcaron en gran medida este año, cuántas de sus noches fueron testigo de mi caminar. Veracruz, tierra bendita, son tus noches de luna las que me invitan a amar, mi amor eterno para ti.
Meche, Paty, Diego, Ale... chamacos, gracias por todos los buenos momentos que vivimos estos meses, por todas las locuras que cometimos, Meche con sus berrinches, Paty con su llanto interminable, Ale con su desempolvad y Diego con su frialdad... jajaja, qué buen equipo hacemos, no??? Amigachos, espero que sigamos juntos este año, apoyándonos y disfrutando como lo hemos hecho tantas horas, tantas noches.
Ana, mi consejera por excelencia, de cuántas locuras te he hecho cómplice... gracias por escucharme, por leerme y gracias por todos y cada uno de tus consejos, espero que este año haya más café.
Alex, gracias por la confianza que me has dado, por tu amistad incondicional, por tus confidencias y por compartir un poco mis locuras, por ser mi cómplice cuando te lo pido.
Ale Robles, Ernesto Anaya, mis amiguitos, gracias por su amistad, por la confianza que me han brindado y gracias por abrirme las puertas de sus casas, de sus vidas, pero sobre todo gracias por los buenos momentos que vivimos a lo largo de estos meses.
Omar, jarocho, mi hermano... cuánto te quiero canijo, una vez más agradezco a la vida haberte puesto en mi camino. Alguien me dijo que Dios nunca nos deja solos cuando vamos a caer, y sabiamente te puso en mi camino en el momento indicado... Gracias por compartir conmigo tantos y tantos momentos, por tu confianza y por tu amistad eterna. Gracias a tu familia, mi familia putativa jajaja, a tus papás, a tus hermanos, por abrirme las puertas de su casa y recibirme una y otra vez, por aceptarme y por verme como parte de ustedes. Gracias por permitirme estar con ustedes en los momentos difíciles. Gracias a Jany por la manera tan desinteresada en que entrega su amistad. Gracias a Veracruz, mi cura, mi exorcismo, mi refugio, gracias a los jarochos que me enseñaron a ver la vida de una manera distinta.
Gracias a ti, quien definitivamente le dio el condimento perfecto, el sabor a este 2010, gracias por confiar en mí, por acercarte cuando necesitabas un consuelo, por tus locuras, por enseñarme a reír de esa manera tan descarada. Gracias por enseñarme que la vida no es sólo el glamour, si no que a veces se ve mejor desde una ventana, encerrado y a la luz de las velas. Gracias por curarme, gracias por tu desenfado, por tu misterio, por tu sonrisa, por enseñarme a trabajar al igual que tú, por permitirme trabajar a tu lado... realmente te agradezco todas esas horas que pasamos juntos este año y espero que este 2011 nos regale más momentos y si no yo me encargaré de robárselos a la vida.
Gracias Dios, gracias a la vida por todo lo que me han dado, estoy en paz y tranquilo, con la incertidumbre de lo que me deparan estos doce meses que están por delante. Sueños e ilusiones hay muchas, ya veremos cuáles van tomando forma. Por lo pronto, la manera de iniciar el año fue perfecta, en Veracruz, al lado de personas que quiero para recibir el primer amanecer de este 2011.
Posted on 1/06/2011 05:23:00 p. m. by RAÚL and filed under | 1 Comments »

Qué bueno eres conmigo Veracruz.


Veracruz, son tus noches de luna las que me invitan a amar una vez más...


La historia comienza hace ya algunos años, cuando yo sólo tenía dos años... Recuerdos vagos que conservo con mucho cariño, resulta que a esa edad conocí el mar, me llevaron a Veracruz a conocer el mar, desde entonces lo empecé a amar.
Ese viaje quedó marcado para toda mi vida, pues es el último viaje que pude hacer en compañía de mi abuelo, Veracruz, Playa Mocambo, quedaron guardados para siempre en mi memoria.
Siempre regresé y siempre añoré el regreso, es innecesario relatar los demás viajes que hice al Puerto.
Mayo de 2008, por una de esas extrañas casualidades que nos tiene preparadas la vida, conocí a una persona muy especial, alguien que me cayó muy bien desde que me dijo que era jarocho, platicamos de Veracruz y nunca imaginé que sólo en un par de meses se convertiría en mi mejor amigo y una de las personas esenciales de mi vida.
Veracruz me recibió con los brazos abiertos una vez más en agosto de 2008, me regaló la paz y tranquilidad que tanto había estado buscando, en sus noches de luna logré sosegar mi alma, el mar se llevó mis lágrimas y el sonido de su marimba me recordó la belleza de la vida, su gente me enseñó a amar de nuevo y a ver la vida de una manera distinta y más relajada.
Ya han pasado más de dos años desde ese reencuentro con mi añorado Veracruz, son muchas las veces que he regresado, los jarochos me han adoptado como suyo y me han dado uno de los regalos más bellos, imposible describirlo aquí, pero aquellos que me conocen saben a lo que me refiero.
Gracias Veracruz por ser tan bueno conmigo, gracias por recibirme una y otra vez, por enseñarme a creer de nuevo en la gente, por inspirarme para seguir soñando y recordarme lo que es mirar a la luna, esas noches de luna, tus cielos estrellados como no se ven en ninguna otra parte del mundo... Veracruz, tierra bendita y tocada por la mano de Dios, qué bueno eres, qué noble eres, gracias por corresponder con tanto amor y hospitalidad a aquellos que llegamos a ti con humildad y los bolsillos llenos de sueños y esperanza. Qué bello eres Veracruz, mi amor eterno para ti.

Posted on 12/24/2010 06:13:00 p. m. by RAÚL and filed under | 0 Comments »

Chavela Vargas vuelve a los escenarios.


Fue inevitable no recordar a Carlos Monsiváis, quien el 21 de abril de 2009 acompañaba en el escenario a La dama del poncho rojo. Ese día la Ciudad de México rendía un merecido homenaje a le legendaria cantante Chavela Vargas con motivo de su cumpleaños número 90. El estado de salud de Chavela, en ese entonces, le impidió complacer a su público que insistentemente le pedía que cantara; en aquella ocasión La Vargas prometió regresar con las fuerzas necesarias para cantar, para complacer a sus seguidores, quienes fielmente la han acompañado tras 50 años de carrera artística.
El pasado viernes 8 de octubre, Chavela Vargas saldó su antigua deuda con su público, con su México, y regresó al mismo escenario. El Teatro de la Ciudad "Esperanza Iris" abrió sus puertas para recibir a la cantante de origen costarricense, quien conmovió a los asistentes a dicho evento con esa potente voz, la misma que estremeció a todo el México de principios de los años 60, tal vez cuando "El Gigante", como ella se refiere a México, aún estaba despierto.
Al levantarse el telón, Chavela Vargas apareció en el escenario sentada en un sillón, arropada por su inseparable jorongo rojo, y acompañada por la cantante argentina La Negra Chagra, quien dedicó 11 temas de su repertorio a su amiga, acompañada del percusionista Juan Martín Medina y el guitarrista Leones Iglesias.
Chavela escuchaba atenta una a una las canciones y palabras que La Negra le dedicada. No fue si no hasta que La Negra cantaba el tema "No soy de aquí, ni soy de allá", de la autoría de Facundo Cabral, cuando se escuchó cantar a la gran Chavela Vargas, quien susurraba los versos de la canción, cantando a dueto con la argentina, como lo hicieran en el Luna Park años atrás.
Siguieron los temas "Un mundo raro", "Las simples cosas", "A dónde te vas paloma" éste último de la autoría de la propia Vargas y Mario Ávila, quien apareció en el escenario para completar un magnífico trío con las cantantes.
"Piensa en mí", "Vámonos", "La noche de mi amor" y "Clavel del aire", éste último un tango adaptado al mariachi, fueron los temas con los que la cantante de 91 años de edad daba por terminada su actuación en uno de los escenarios más importantes de nuestra Ciudad.
Sin embargo, después de tres minutos de fuerte e insistente ovación por parte del público, Chavela Vargas reapareció en el escenario para interpretar, con una sorprendente fuerza en su voz, los temas "Luz de luna" y "Somos", con los cuales dio por terminada, después de 91 minutos, esta velada llena de recuerdos y emociones.
El público, que agotó las localidades del teatro pese a la poca difusión que se le dio al evento, salió satisfecho de haber vuelto a escuchar a la mítica y legendaria Chavela Vargas, quien es considerada una leyenda viviente y la principal exponente de la música mexicana.

Para ver el concierto completo pueden seguir la siguiente liga: http://www.youtube.com/user/raulselar




Posted on 10/20/2010 06:43:00 p. m. by RAÚL and filed under , , | 0 Comments »

La vuelta completa.

Son 3:23 de la mañana, estamos ya a 5 de julio de 2010 y quisiera detenerme, detener el tiempo, borrar muchas cosas, hacer otras y seguir soñando.
Quisiera en este momento poder escribir la más bella historia jamás contada, esa historia que me reclamas para ser protagonista y antes que nada te debo pedir perdón por no poderte convertir en nada más, pues me gustas tal como eres.
Y debo confesar, llega el momento de confesarme, que dejé de creer en los príncipes y en las princesas desde hace ya mucho tiempo y de las hadas me empecé a olvidar el día que te quise entregar todas en una carpeta, pero terminé por olvidarlas el día que me di cuenta que eso te avergonzaba, pues mostraba lo infantil que resultas a veces y demuestra tu feminidad... lamentablemente nunca te has dado cuenta que son precisamente esas dos características tu mayor encanto.
Y ahora debo reconocer que soy totalmente incapaz de escribir una historia lo suficientemente bella donde tú seas protagonista.
Me siento torpe, me siento ridículo... pero lo único que quiero es pedirte perdón, sé que he cometido errores y es verdad que muchas veces me ha orillado el despecho a hacer varios de ellos.
¿Sabes? Me enamoré, pero lo hice de una manera ridícula: lo hice consciente. Conocí a una persona que se asemeja mucho a la perfección, tiene una belleza que no he vuelto a encontrar: su cabello es suave y rizado, el aroma de su cuerpo es el mismo del mar, su sonrisa es capaz de alegrar el más negro de los días, su boca es carnosa, deseable, la fragilidad de su espíritu se compensa con la fuerza de su cuerpo, el dolor de su comportamiento es compatible con la suavidad que lleva en su voz; además sabe cocinar, sabe coser, sabe tejer, le canta a la Madre de Dios como sólo los ángeles pueden hacerlo, sabe asombrarse de las cosas pequeñas que tiene la vida... su único defecto es que se olvidó de soñar hace mucho.
Pero esto ya se terminó y me duele, sí... me caí, me levanté y aún me estoy sobando para quitarme ese dolor que me quedó (... mas no mata el dolor, no tengas miedo.)
Y he de confesar que a lo largo de todo este tiempo y a pesar de lo enamorado que estaba siempre seguiste latente en mis pensamientos, nunca te logré sacar de mi vida.

Sé que nuestros caminos se han separado, pero debo confesar que me sigue emocionando el hecho de estar a tu lado, sentir tu aroma, sentir tus manos, ver tu inquebrantable inocencia... con todo eso te vuelves a apoderar de mi ser. Y aquí me tienes, sin poder dormir, porque he regresado a las noches de insomnio, a esas noches donde no hago otra cosa que pensar en ti, recordando hasta el más mínimo detalle de nuestra última cita, contando los días para volverte a ver e imaginando mil formas de darle un toque de eternidad a ese próximo encuentro.
Fui un tonto, quise olvidarme de ti y ahora me doy cuenta de que ahí sigues, de que siempre has estado ahí... fui un loco. Estoy dispuesto a ser yo quien te busque, me siento con las fuerzas necesarias para lograr que me quieras de nuevo... sólo te pido que no me alejes con tu indiferencia, que no me lastimes diciendo que sueñas con alguien más. Te propongo algo: vamos a dejar de jugar, vamos a dejar de perder el tiempo!!!
Quiero que esto pase rápido, me aterra la idea de seguir perdiendo el tiempo, de seguir desperdiciando las noches... quiero olvidarme de todo y de todos, quiero que me lleves a un lugar donde nos olvidemos del mundo, no me importa dónde sea: un café, el metro o el más extravagante paisaje.

Yo quiero que te vayas por el mundo
y quiero que te besen otros labios
para que me compares hoy como siempre.
Si encuentras un amor que te comprenda
y sientes que te quiere más que nadie
entonces yo daré la media vuelta
y me iré con el sol cuando muera la tarde...

En cada uno de sus besos busqué la manera de olvidarte, pero no encontré a nadie que me comprenda y me conozca tanto como tú lo haces.
No tengas miedo, lo comprendo porque lo he sentido tanto como tú, pero quiero que sepas que mientras estemos juntos nada ni nadie nos podrá lastimar, porque cuando estamos juntos hasta el mismo cielo nos bendice al ver la grandeza y pureza de este sentimiento que nació el mismo día que te conocí.

PD.
Pensé en titular este post "Respuesta a Sor Filotea de la Cruz"
Posted on 7/05/2010 01:23:00 a. m. by RAÚL and filed under | 1 Comments »

Cosas sueltas para alguien que ama por partes.

No me importa que me digas mentiras
naciendo en tu boca sabe a bendición,
no me importa el desdén con que me miras
porque yo en ti descubro la perfección.

Oh gran Dios
que veneran en tierra tan lejana
hoy mi sangre roja emana
por otro con nombre de Dios.

Repartido en hombres y lamentos,
hacedor de cuentos y canciones,
hechicero de corazones
que embrujas en escasos momentos.

Constructor de extraños sentimientos
donde no se distinguen las emociones.
En tu canto inician las oraciones
como si se construyeran monumentos.

A la madre de Dios invocas
pues tu boca la venera,
la misma que besa de extraña manera,
con la que mis pasos equivocas.

La insoportable levedad de mi ser y la grandeza de mis acciones me conducen a cometer grandes errores.
No entiendo por qué juzgan la forma de mi mirada. ¿Acaso no se da cuenta que yo veo al mundo de una distinta manera?
Posted on 6/29/2010 10:45:00 p. m. by RAÚL and filed under , , | 1 Comments »