Una vez más el mundo artístico, el mundo de la música y América Latina toda, se encuentran de luto. A los 74 años de edad, ha muerto la cantante argentina Mercedes Sosa, quien debido a su popularidad ganó el mote de "La voz de Latinoamérica".

Mercedes Sosa nació en San Miguel Tucumán, Argentina, el 9 de julio de 1935; con cariño ha sido llamada La Negra. Reconocida en América Latina y Europa ha llegado a ser considerada una de las exponentes principales de la nueva canción.

La dama del folclor argentino se encontraba, desde el mes pasado, internada en un hospital de Palermo a causa de un fallo cardiaco acompañado de una insuficiencia renal. La salud de Mercedes, la mujer que hizo del folclor argentino patrimonio de la humanidad, se había visto mermada desde tiempo atrás, pues desde hace treinta años padecía el mal de chagas.

Rebelde frente a la última dictadura militar se resistió a abandonar Argentina, pero su detención sobre el escenario, mientras cantaba en un teatro de Mar de Plata en 1979, la hizo cambiar de opinión. Gladys Osorio, como se presentaba al inicio de su carrera, hizo maletas y se exilió en Madrid y París durante varios años. En Europa pudo cantar los temas que el régimen prohibió y regresó a Buenos Aires en 1982.

A los 16 años triunfó en un concurso de radio, más tarde se convertiría en una señora de la canción. Tocaba la guitarra, el charango y el piano. A lo largo de su vida grabó más de cincuenta discos y participó en media docena de películas. 

Así, la gran Mercedes Sosa, se convirtió en defensora de los derechos humanos y una figura de libertad. Fue la voz de aquellos que nadie escuchaba.

Todos querían cantar con ella y ella cantó con todos e hizo que el canto de todos se volviera un solo canto. Compartió micrófono, entre muchos otros, con Pavarotti, Sting, Caetano Veloso, Joan Manuel Serrat, Fito Páez, Pata Negra, Shakira, Tania Libertad y las mexicanas Guadalupe Pineda, Julieta Venegas, Eugenia León y Lila Downs.