Después de algunos intentos fallidos por tratar de aliviar los rastros de antiguas heridas, es que me encuentro como cada noche frente a la computadora, el ambiente no cambia mucho día con día: una taza de café, una fotografía, aquella canción y tu ausencia son los elementos infaltables cada día.

Y alguien se atreve a decir "Wey, es una obsesión". Yo siempre digo que la aceptación es el primer paso para recuperarse de cualquier mal y en ese sentido puedo decir que ya voy de gane, no niego el mal que me aqueja, pero tampoco he hecho nada para erradicarlo. Nada ha sido suficiente, ni las terapias, ni los distractores, ni los amigos, ni los extintos confidentes; lo único cierto es que a cada momento te sigo pensando y hay veces en que siento una gran desesperación e impotencia por no poder estar a tu lado, soy presa de los celos que me invaden al escuchar o al imaginar que piensas en alguien más, pero sé que en algún momento yo llené tu vida.

No sé si sea porque desde que desperté el día de hoy pensé en Remedios Varo y en esta pintura "Mujer saliendo del psicoanalista" o tal vez sea porque anoche soñé contigo, o tal vez sea porque te extraño (aunque lo he negado veinte veces) o tal vez sólo sea porque ya me acostumbré a pensar en ti y si dejo de hacerlo me sobra demasiado tiempo libre en mis 24 horas que la vida me otorga día con día; a decir verdad no sé por qué o tal vez no lo quiero reconocer, pero ahora, hoy, en éste momento me he detenido a pensar con la cabeza fría, me he detenido a tratar de entender los procesos de mi razonamiento, mis procesos de olvido y enamoramiento. También me he detenido a pensar, a pensar mucho, a tratar de imaginar o de entender cómo son los procesos de tu mente, trato de entender cómo es que funciona aquel extraño mecanismo de defensa que hace que me hieras sólo con tu mirada, trato de entender tu frialdad, tus gestos y hasta tu sonrisa.

¿Por qué ahora? No lo sé, tal vez sea porque tengo tiempo de sobra y porque ya he tenido el tiempo suficiente para extrañarte.

Pero después de haber hecho un análisis profundo y a conciencia de nuestras vidas he llegado a una irrefutable conclusión.

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