17 de abril de 1919, en un lugar muy lejano de donde ahora escribo, un lugar tan lejano del que es mi mundo, en Heredia, Costa Rica, nació una niña. Hija de Francisco Vargas y Herminia Lizano. Nadie imaginaría que al transcurrir 90 años esa pequeña niña habría logrado acumular una vida llena de logros y éxitos, una vida de triunfos y lágrimas.

Nacionalizada mexicana, condecorada con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, considerada ciudadana distinguida en la Ciudad de México, adoptada por un pueblo de pescadores en Veracruz, huésped permanente en la casa de estudiantes de Madrid, respetada entre la realeza al igual que entre la gente más humilde, amada en México y España. Esa es Chavela Vargas, hoy, a sus 90 años.

Chavela llegó adolescente a México, país con el que ella soñaba desde sus primeros años. El varón de América, como ella le llama, la recibió con los brazos abiertos. El inicio fue difícil tal vez, pero aún hoy en día Chavela sigue recordando esos días como un grato recuerdo. Lo mismo trabajó en una agencia de colocación, en una tienda de ropa para niños o de sirvienta.

Ya el tiempo le haría justicia y se le reconocería como lo que es, una reina, REINA ABSOLUTA DE LA MÚSICA MEXICANA. 

Qué años aquellos, los de su México, el que ella vivió, donde se iba de parranda con José Alfredo Jiménez, Tomás Méndez y Álvaro Carrillo, qué épocas aquellas en que se sentaba a ver pintar a Frida Kahlo, qué vida esa, cuando Agustín Lara la invitaba a tomar una copita de vino.

Pocos son los seres capaces de vivir lo que quieren vivir. Pocos son los poseedores de un hígado capaz de soportar los cuarenta mil litros de tequila que se tomó Chavela, pocos son aquellos que logran tener una madurez imperiosa. Hoy Chavela Vargas, la gran Chavela, cumple 90 años y goza de buena salud; la lucidez de sus recuerdos, su charla llena de sabiduría, su memoria musical y la potencia, cada vez más profunda y llena de sentimiento, de su voz la siguen manteniendo en el gusto y la mente de los mexicanos y del público de tantos y tantos países que la han seguido con fidelidad a lo largo de estos 50 años de trayectoria artística.

Tiene en su haber más de 85 discos, siendo el más reciente Cupaima. Ha pisado los escenarios más importantes: El Carnegie Hall en Nueva York, El Olimpia en París y El Palacio de Bellas Artes en México, éste último considerado por la propia Chavela el más importante de todos.

Seguidores y amigos de La Vargas nos daremos cita el próximo martes en el Teatro de la Ciudad de México para rendir un muy merecido homenaje a la intérprete de La Llorona, para decir GRACIAS CHAVELA.